viernes, 14 de noviembre de 2014

Un poema que escribí hace algún tiempo

Camino despacio por los adoquines,
ha llovido y el suelo resbala.
Saltan, saltan, saltan
los conejos y los saltamontes
los duendes y las hadas.

Si llegamos al bosque veremos los árboles
y las plantas y un río que se derrama.
Si bajamos hasta el bosque nos tumbaremos
con las hojas y las ramas.

Corro hacia casa y me tropiezo con las águilas,
vuelan, vuelan, vuelan
atravesando el pueblo y las piedras de las fachadas.
Cantan, cantan, cantan
los búhos y las cigarras.

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